Esta ruta se hizo dos veces en poco tiempo. La primera, con Gilbert y Kiko como caminantes y la segunda con un autobús del patrocinado por el SEMderisme del Ayuntamiento de Almassora. La primera fue preparatoria de la segunda. Las rutas no llegaron a ser exactamente iguales y las anécdotas fueron distintas pero las contaremos conjuntamente pya que las dos excursiones forma parte de una misma aventura.
Esta excursión no es muy exigente aunque alguno de los que vinieron en su día resolpló un poco más de lo debido. La ruta sube desde los Rosildos al Tossal de Saragossa y después vuelve a bajar por un camino distinto hasta el punto de origen. Mira el perfil:
![]() |
º |
Cuando Gilbert y Kiko hicieron la ruta solos, éstos salieron desde la aldea los Rosildos, nucleo urbano perteneciente a la Serra d'en Galceran, e hicieron los dos primeros kilómetros por carretera hasta llegar a la font del Junquet, punto real donde comienza la ruta circular. En la segunda excursión, la del autobús, el grupo partió ya directament de la font del Junquet, ahorrándose el tramo de carretera que realmente no aporta nada a la aventura.
Desde la font del Junquet, en el km. 2 de la ruta, parte una pista hacia el norte y, a escasos 300 metros, nos encontramos con el mas del Pou, hecho polvo. Unos metros más adelante ya viene el problema de los bancales que ahora explico.
En el km. 3 de la ruta se llega al acceso al Barranc de la Roca Roja, una de las partes más bonitas de la excursión. Al principio del barranco se pasa por la Zona dels Cingles con un bonito abrigo con pared para guardar el ganado. Es una senda que poco a poco va ascendiendo. El barranco se ejcajona a veces y se abre otras veces y la senda suele ir por el lecho del torrente. La zona es kárstica y se caracteriza por haber muchas cuevas y simas.
Subiendo por el Barranc de la Roca Roja se llega, en el km. 3,8, al Pou de Domingo. Una fuente que estaba bastante tapada por la maleza. No he dicho que en el mes anterior a la salida cayeron más de 400 litros por metro cuadrado por la zona. El lugar ya es bastante salvaje y con la vegetación que había credido, la fuente ya era casi invisible. El terreno estaba exuberante.
Es ese entorno y en las dos excursiones, nuestros Rayitos vieron cabras. La primera vez fueron muchas, que pillaron desprevenidas mientras pastaban en medio del barranco. Y la segunda vez se vieron menos pero mucho más confiadas. No se fueron y se quedaron tranquilas pastando en unos bancales un poco más arriba del camino.
Tras una subida suave o semisuave, donde se vieron alguno tejos, arbol que no abunda en esta zona, se llegó, en el km. 5,7, al final del barranco, en un collado. En el Pla de la Creueta. Allí ya se ve el mar, y se empieza a tener sensación de que se está alto, casi a 1.000 metros. Aprovechando que la subida dura había acabado, se almorzó con tranquilidad. Los nuestros se lo habían ganado.
Ya descansados y con las fuerzas intactas, nuestros senderistas continuaron con la ascención. Ya faltaba poco y las ganas eran bastantes. No había nadie averiado y todos seguían con fuerzas. el Pla de la Ceueta era un collado que hacía las veces de cruce de caminos. Hacia abajo, de vuelta, se llegaba al Barranc de la Roca Roja. A a la izquierda se va hacia la Bassa del Bosc y a la derecha, hacia el sur, te diriges al tossal de Saragossa, destino de los nuestros.
Siguiendo la senda, en el km. 6,1, hay una camino que se desvía a la izquierda para subir a la cima del Tossal de Saragossa. Ese era el objetivo.
En el km. 6,6, tras una suave subida, por fin se llega al Tossal de Saragossa. 1082 msnm. Como era de esperar, las vistas eran impresionantes. Tras un mes de grandes lluvias el paisaje es superverde. Las Columbretes al frente como si flotaran en medio del mar. El aeropuerto justo delante. Y varios pueblos alrededor. Kilómetros y kilómetros de vista clara y luminosa. Había un poco de bruma pero no afeaba el paisaje.
Como curiosidad, el punto geodésico de la montaña se encuentra exactamente a la longitud 0º0'0", justo por encima del meridiano de Greenwich.
Tras estar un rato contemplando la vista y haciendo fotos, los nuestros comenzaron la bajada. Poco a poco y con tranquilidad se llega al Barranc del Toll, por el Pas dels Malladars y se sigue hacia abajo. A mitad camino hay una señal donde se encuentra un gran horno de cal. Se hace la paradita de rigor para satisfacer la curiosidad y sacar alguna foto. La verdad que la marcha está discurriendo muy bien. Apenas se ha estirado el grupo y las esperas para reagruparse son las menos.
Justo antes de llegar al Mas de Gargallo (km. 7,8), la ruta hace giro a la derecha y el grupo afronta una pequeña subida para llegar al mas de Capó y al Mas de Dinero (km. 8,2). Un perro tirado en el suelo vigila al grupo sin inmutarse lo más mínimo. O está acostumbrado a la gente o es demasiado listo para ladrar sin conseguir nada.
El camino se transforma es pista. Es el Pas de la Bassa del Bosc.
Cada vez el entorno está menos salvaje. Más cultivos y más masías. Por allí están el Corral de Quico Rei y el Mas de Ramón de Capó. Hasta un corral de perros de caza que no paran de ladrar mientras el grupo pasa por su lado. Se ha pasado de un entorno totalmente intacto a un espacio más domesticado.
La pista de tierra va subiendo y a la izquierda se ve muy cerquita la Serra d'en Galceran. Al final de la subida se llega al Mas de Paula (km. 10), donde se gira a la derecha por una senda. Está señalizado como camino para llegar a la Roca del Figueral.
Como hemos dicho, el camino se hace senda y tras unos pocos metros se llega por fin a la Roca del Figueral (Km. 10,5), una "espacio deportivo-turístico" de montaña. Aparte de las vistas, que son espectaculares, hay una tirolina o puente tibetano y una vía ferrata que sale justo al lado del camino. El camino va justo por debajo de unos grandes riscos que su usan para escalar.
En la segunda excusión nuestros senderistas coincidieron con un grupito de escaladores que se estaba lanzando por la tirolina del puente tibetano todos cargados de cuerdas y mosquetones. Parecía casi que los nuestros habían contratado el espectáculo.
Ahora, tras el paso por debajo de los grandes acantilados, ya venía la bajada, bastante pronunciada. Aquí, en la senda, se unen las marcas de un GR y del Camino de Santiago, que pasa por allí. Es el camino de Santiago desde la provincia de Castellón, que alguno de los nuestros ya ha hizo en su día.
Tras una bajada complicadita por las piedras sueltas se vuelve por fin a la font del Junquet (km.11,6), al inicio. Después de las últimas lluvias, de la fuente salía bastante agua. En la primera excursión estaba seca salvo por el grifo y en la segundo el chorro era considerable. Esta fuente marcaba el fin de la etapa circular. Ahora tocada a bajar a los Rosildos donde esperaba el coche o el autobús..
La bajada se hace por una pista/senda en muy mal estado con piedra suelta y que hay que estar concentrado para no resbalar. Poco a poco se supera este escollo y el grupo llega a destino, Los Rosildos.
La excursión fueron 13,25 km en la primera y 12,300 km en la segunda (que la carretera se la ahorraron). Era mediodía y los excursionistas comieron con la hidratación que consiguieron en el Restaurante de Sales. La geste estaba contenta. No había sido dura pero el personal se había ganado la comida.
Según los participantes, fue muy buena excursión y con la suerte que el día había acompañado. Sol y no demasiado calor.
Ahora a esperar a la próxima.