Esta es la ruta más importante del
club Rayito. Es la que se utiliza para marcar la estrategia del club
a corto y medio plazo (la estrategia a largo plazo la determina la
pareja y familia).
En el transcurso de esta ruta se marcan los objetivos, las cumbres a atacar y las técnicas en
cuanto a vestuario, hidratación y complementos senderistas.
Con diferencia, ésta es a ruta más
realizada por los miembros del club Rayito. Es una senda de poco más
de medio kilómetro y con suave desnivel. Se podría clasificar como
una ruta fácil a no ser por el handicap que supone la obligación de
beber cantidades ingentes de cerveza, vino y otros liquidos
espiritosos que dificultan en gran medida la buena marcha de nuestros
senderistas. Los miembros del club más asiduos son Rayito, Marifé,
Fede, Inma, Kiko y Marisa, aunque pueden venir más personas, como
César, Angeles, Ramón, Tere, Ascen, Pedro, la otra Tere, y otros
más esporádicos.
La ruta comienza en un paraje llamado
La Oficina, una tasca regentada por Ernesto, un amiguete. Suele ser los viernes alrededor de las 19:30 cuando
comienza esta especie de safari tertulio-alcohólico. A esa hora el
lugar de encuentro está casi desierto y nuestros senderistas, tras
una semana de duro trabajo, llegan con un desespero poco usual por
aumentar su hidratación corporal. Tras alrededor de una hora de
tertulia comentando rutas pasadas, definiendo nuevas rutas y
compàrtiendo experiencias, los miembros del club se dan cuenta que
el efecto llamada de ese local funciona perfectamente. Donde antes
había una calle semidesierta, ahora hay un ingente número de
personas con su quinto, vino o tercio en la mano hablando a la vez y
colapsando la calle. Es ya hora de salir de allí.
No sin esfuerzo, nuestros héroes
consiguen salir de la calle del Ernesto atestada de personal y
afrontan el primer tramo de senda. La senda no está marcada pero es
sobradamente conocida por el club. Un pequeño desnivel hacia abajo
les va llevando hacia un nuevo local, más tranquilo.
Es el Rafa's,
el bar de un amigo con el mismo nombre, donde se está tranquilo y se
pueden retomar las animadas conversaciones que en la tasca anterior
ya se hacían imposibles, y donde, por supuesto, sigue la ingestión
masiva de liquidos. Aquí ya comienza a haber gente que se pasa de la
cerveza al vino. Una botellita suele caer.
Una vez la cantidad de hidratación ya
ha llegado a un nivel más que aceptable, llega la hora de reponer
producto sólido. Para este fin, el club se encamina por el segundo
tramo de nuestra ruta, el camino que va desde el Rafa's hasta el
Nelo, siguiente parada de nuestro camino.
El Nelo es un pequeño local regentado
por Manolo, un simpático amigo andaluz que, por razones de
márqueting, ha adaptado su nombre a la lengua aborigen para dar
nombre a su local. Aquí llega el momento de degustar ensaladas,
bocatas y demás alimentos sólidos, por supuesto regados por don
Ramón (vino Ramón Bilbao), acabando con carajillo, pacharán y/o
gintónic.
La sobremesa suele ser amena,
interrumpida con saliditas a fumar. Ya hay gente a la que cuesta
enterder cuando habla, y en el aire flota una pregunta. “¿Es hora
de irse a casa o nos vamos a bailar?”. Normalmente la respuesta es
que, con lo que llevan dentro, ya tienen bastante y ha llegado el
momento de irse a casa, pero a a veces salta la chispa y nuestros
amigos emprenden el tercer tramo de la ruta. Es el tramo más largo y
más duro, debido a las condiciones fisicas y psiquicas de los
caminantes.
La noche se ha adueñado del centro de
la ciudad y solo grupitos de personas van por la calle buscando algún
garito o retirándose a sus casas. Los senderistas llegan a un local
llamado Blue Note, lugar donde finaliza la ruta y donde dejamos a los
miembros del club pasándolo bien hasta altas horas dela madrugada.
Como conclusión podríamos decir que la travesía es exigente, quizá en algunos momentos agotadora, pero el esfuerzo vale la pena. ¡Este es el espiritu Rayito!
No hay comentarios:
Publicar un comentario