La ruta que presentamos hoy forma parte del sedero de gran recorrido GR-33 que se ha hecho famoso por la Marató i Mitja y por la subida que hace el CEC la primera luna llena del año (por eso se viene llamando el sender de la lluna plena). Esta vez los senderista fueron Gilbert (Rayito del Voramar), Kiko (l'innovador) y Pedro, y el objetivo fue subir a la Pedra de Borriol desde la ermita de sant Vicent.
Esta vez no quedaron demasiado temprano porque la noche anterior alguien tenía compromisos de colla. Al final fueron la 9 la hora elegida para comenzar el camino. El día era bastante soleado pero no hacía demasiado calor.
La ruta consiste en, desde la ermita de sant Vicent, seguir la la senda del GR-33 hasta el paraje denominado "la Pedra" y después desandar los pasos por el mismo camino. Casi 7 kilómetros con 473 metros de desnivel que nuestros senderistas hicieron en 1 hora y 40 minutos.


Poco a poco el camino se empinaba y Rayito, Kiko y Pedro mantenían el ritmo. Pedro, todavía en fase de entrenamiento comenzó a flaquear y se descolgó un poco, pero no demasiado.
Los tres senderias conocían que Manolo (otro Rayito) había salido de Castellón hacía la Pedra sobre las 7 de la mañana y ya había llegado a destino, con lo que durante la subida de nuestros hombres seguro que se cruzarían con él. Y así fue, en medio de la ruta bajaban corriendo Manolo y Gerv. Hubo parada para comentar el camino. Manolo y Gerv estaban en plena recta final del entrenemiento para la marató i mitja, que era la semana siguiente, con lo que su nivel de forma, entusiasmo y concentración era alto. Se aprovechó para esperar a Pedro y para quedar después para la segunda fase (la de las cervezas).

Aquí el sendero se vuelve pista y la pendiente prácticamente desaparece. Ahora ya era un paseo llegar a la Pedra. Comentando las vistas y andando de una forma relajada se cubrió el tramo de pista que llegaba a la Pedra.


Ya en el final de la ruta, el último kilómetros se hizo trotando. Por lo menos había que sudar un poco para poder ganarse las cervezas. Los tres senderistas llegaron más o menos a la vez al coche.
Para las cervezas, Pedro no pudo venir pero Manolo se apuntó al final, una vez acabó su ruta. Los comentarios fueron buenos. La ruta, una clásica gustó y no dió sorpresas. Pedro cada día andaba mejor y con más potencia y Rayito seguía liderando la subida con fuerza. Y por supuesto Manolo estaba ultraconcentrado para la MIM.
En resumen, la montaña es distinta cada daía pero siempre satiface al que la disfruta.
Pincha aquí para ver la ruta.
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