lunes, 14 de julio de 2014

Los estrechos del Alfambra


Un día de verano los Rayitos fueron a visitar los estrechos del río Alfambra. Esta curiosa formación geológica se encuentra en Aguilar de Alfambra, un pequeñíto pueblo escondido en lo más profundo de la provincia de Teruel.

Esta excursión, apta para todos lo públicos, la hicieron Ati, Clara, Kiko, María y Marisa. El perfil es fácil salvo por una subida (semiescalada) que hay a mitad de camino.


La ruta comienza en el cauce del río Alfambra, al lado de la carretera. Allí comienza una ruta fluvial con un caminito muy bien cuidado y con estupendas sombras que dan los gigantestos y viejos chopos cabeceros que acompañan al río.

A la sombra de los chopos y con el ruido del agua (parece mentira que en una zona tan despejada y en pleno julio haya un río que lleve agua), el grupo de senderistas fue adentrándose poco a poco por el río, a cuyos lados ya empezaban a empinarse las paredes.

El grupo siguió ruta y dejó a la derecha las ruinas de un antiguo molino, justo antes de que comenzara el cañón. Este tipo de construcción era muy importante en esta zona, donde, durante muchos siglos, se ha cultivado y exportado trigo.

El camino se estrecha de momento y se acaba. Dos grandes paredes flanquean el curso y ya no te dejan pasar. Justo en el medio del cauce hay dos grandes piedras. De un salto, el fotógrafo se encaramó a una y consiguió hacer la foto del día.


El grupo no iba preparado para ir por el agua y desistió de continuar. Además el agua estaba superfría (la zona está a 1300 metros de altura y aunque sea verano las noches son frías).

En esta momento el grupo de caminantes se dividió. Una parte volvió sobre sus pasos, y la otra (los más aventureros) decidieron subir la montaña para ver los estrechos desde arriba. El camino (realmente no era un camino) elegido se encaramaba con gran pendiente hasta llegar a una ermita, y depués a un espectacular mirador. El mirador domina la hoz del Alfambra (mira la foto del principio de la crónica) y en sus paredes crian buitres que se asustaron al ver seres humanos en aquel paraje tan desierto y emprendieron el vuelo.  Fue un bonito espectáculo.

Al lado del mirador se encuentra la ermita de la Virgen de la Peña. Está construida encima de lo que fué un castillo que se edificó por los cristianos durante la reconquista (se cree que el castillo no se acabó de construir). Hay una leyenda sobre él. Resulta que durante la reconquista cristiana los musulmanes estaban atrincherados dentro del castillo y una noche los cristianos cogieron un rebaño de cabras, les pusieron una antorcha en cada cuerno y soltaron lo soltaron hacia el castillo. Al ver las antorchas, los moros creyeron que los invasores eran muchísimos, y huyeron al ver un ejército tan grande. Y así se conquistó la plaza. De esta leyenda sale el nombre que reciben popularmente los habitantes de Aguilar de alfambra, los "chotos".

Nuestros senderistas volvieron a emprender el camino. A partir de ese momento la ruta continuó por una pista que poco a poco fué descendiendo hasta llegar al pueblo de Aguilar. Al final los dos grupos se encontraron en la fuente del pueblo y se finalizó la excursión.

La ruta gustó. Éste es un trayecto agradable para realizar en familia si se está por la zona.



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